viernes, 29 de abril de 2011

Etapa 02. 04-11-2010 Pamplona - Los Arcos

Hoy he vuelto a dormir fatal.  Me acosté a las 12:00 y a las 5:00 estaba despierto. Después ha sido un duermevela. Apenas he pegado ojo. Noto el cuello que me molesta. Anteanoche, en SJPP, al cenar me quemé al tragar un trozo de tortilla y creo que me va a dar la tabarra. Desayuno en el hotel a primera hora para poder partir pronto, pero a la hora de salir no encuentro el velocímetro. Desmonto alforjas, las vacio y vuelta a montarlas, pero nada. Regreso a la habitación y resulta que aparece en la papelera. Ni idea de cómo ha llegado allí. El tema es que al final, entre una cosa y otra, son las 8:45.


La salida de Cizur muy tranquila, con el Alto del Perdón al fondo cubierto de niebla. 


Aunque a medida que me iba acercando la niebla se iba retirando. Al llegar a las primeras rampas ya se veía la cima. Y mirando hacia atrás una bonita panorámica de Pamplona.

 Tira, tira, voy haciendo camino hacia el alto del Perdón. No es una subida complicada, aunque tiene sus repechos.



El problema es que el barro la ha hecho impracticable, así que toca empujing con patinajing incluido. En un repecho donde me paro a quitar algo de barro me alcanzan dos ciclistas. Los primeros peregrinos que encuentro en el día de hoy. Saludos y a continuar. 


Al llegar arriba estoy solo. Aprovecho para hacer las fotos de rigor y para abajo. La bajada es una pasada y divertida, tiene tramos con piedras sueltas, pero nada complicado.

Al llegar a Uterga ya eran las 10:30, así que he aprovechado para pararme a comer algo en el albergue que está justo al lado del camino en la entrada del pueblo. Allí estaban los dos ciclistas que me habían pasado. Charlamos un poco, son de Murcia y acaban de empezar el Camino esa mañana desde Pamplona. Así normal que fueran como motos, van frescos. Han salido un poco antes que yo y según sus planes, solo piensan hacer unos 50 km.

Vuelvo a reemprender mi camino y al llegar a Murazabal me desvío hacia Eunate. 5km de regalo para ver la iglesia.


 La verdad que llama la atención por su forma y por el lugar donde está situada. A saber para qué narices la construyeron allí. Sigo camino hacia Obanos y desde allí todo bajada hasta Puente la Reina, donde aprovecho para comprar algo para rellenar la despensa. Y, por cierto, los espárragos "cojonudos" y de oferta XD



Luego fotos al puente y a seguir.

La salida desde Puente la Reina es muy apacible, llaneando junto a la rivera del rio por buena pista y me encuentro a los primeros peregrinos a pie. Pero la dicha dura poco y pronto aparece una nueva rampa de aupa que no afloja hasta Mañeru. En esta rampa me dio un apretón y decidí parame a aliviarlo, procurando apartarme algo del camino por si pasaba alguien. El caso es que al poco me tuve que ir de allí por piernas pues, no sé de donde, empezaron a aparecer moscas de todos lados. Menos mal que se quedaron con el pastel y me dejaron huir.

Desde Mañeru hasta Cirauqui más de lo mismo. Subida y más subida. Es curioso y me llamó mucho la atención, al atravesar Cirauqui, que el camino pasa como por el interior de un edificio. Y allí mismo, en el pasaje, hay una mesa con un cuño para que te autoselles la credencial. Ahí me di cuenta de que aun no le había puesto los datos a mi credencial y por cierto, aún no lo he hecho.


Desde Cirauqui hasta Lorca solo recuerdo subidas y detrás de cada bajada otra subida más. Lo mismo hasta Villatuerta y Estella, donde he parado a comer. No tenía hambre, pero el sentido común me decía que tenía que comer algo ya que con el depósito vacío no se puede, ni debe, pedalear.

Un menú rapidito y al salir me doy cuenta que la hoja del rutómetro me había hecho se terminaba en Estella y la siguiente hoja ni la tengo a mano ni la encuentro en la alforja. Aquí ya tendría que haberme dado cuenta que mi cabeza no iba muy fina. No encuentro las cosas ni recuerdo donde las había colocado. De hecho, a día de hoy, apenas recuerdo nada de los tramos entre Cirauqui y Estella.


Aun me queda la hoja del perfil, que me marca 6 k de subida hasta Mezqueta y luego bajada hasta Los Arcos y llano hasta Sansol con algo de suida antes de llegar a Torres del Rio, fin previsto de la etapa de hoy. Las 2:45 y unos 30 km por delante. Las piernas acusan los 2000m de desnivel de ayer y hoy ya llevo 900.


De nuevo en marcha y tira, tira hago 1km de subida por dentro de Estella para salir de nuevo a la carretera. Me empieza a mosquear esto del camino, pues de haber seguido la carretera me ahorraba la subidita de las narices.




 En fin, sigo a mi ritmo hasta Irache y la esperada fuente del vino, pero… sin vino L Al menos puedo reponer agua antes de seguir.



Llego a Merqueta, o como se llame, mi cabeza sigue sin ir demasiado fina, y se agradece la bajada para relajar las piernas aunque sólo sea 1 km cortito. El cambio ya hace un tiempo que falla. La cadena esta algo seca del barro de ayer y de esta mañana. Pero al empezar la enésima rampa y querer meter el platillo veo pasar un eslabón abierto. Así que me paro a repararlo antes de que se suelte del todo. Arreglado el problema aprovecho para comer algo  y, entre una cosa y la otra ya son casi las 4:00.

Siguen las subidas y parece que no acaban. Para colmo han desviado el camino por unos viñedos y no se para donde voy. Al salir de los viñedos estoy en Villamayor de Monjardin. En ese momento no me di cuenta, pero ese desvío me dejo sin poder visitar la Fuente de los Moros. Aunque no creo que si me hubiera dado cuenta hubiera vuelto atrás pues mi cuerpo no estaba para muchos trotes. De hecho, saliendo de Villamayor hay una rampa con algo de escaleras, que son mi debilidad, pues me encanta bajar escaleras, y casi ni me atreví.

Desde Villamayor de Monjardin el camino ya empieza a bajar, pero faltan 12 Km para Los Arcos y otros 8 más para Torres del Rio. Algo no me cuadra en los kilómetros del perfil pues desde Estella me marcaba 30 y aun faltan 20 y llevo como unos 15 0 20. A pesar de los llanos y bajadas hay algún repecho que se acusa. A las 5 y algo llego a Los Arcos y como ya no me fio del perfil y mi estado de ánimo no es el ideal decido parar.

Directamente en la calle de entrada paso por delante de un albergue: la Casa de Austria. Aceptan bicis, aunque las guardan en el corral bajo un techo de plástico. Estoy moralmente tocado así que acepto y me quedo. El chico es argentino, su mujer coreana y tienen una niña de 6 meses. Ofrecen también masajes pero no es eso lo que necesito, no me duelen piernas ni nada, es más el cuello que molesta y me cuesta incluso un poco hablar. En el albergue hay otro hombre, un granadino de nacimiento pero criado en Cataluña. Ha estado todo el verano en Monte do Gozo y ahora se vuelve a Cataluña para no encontrarse con el jaleo del papa que llega día 6 a Santiago. Se dedica a hacer figuras de alambre y venderlas a los peregrinos. De hecho, mientras estoy registrándome en el albergue, esta con sus herramientas, unos alicates y un alambre. Habla con una canadiense y una americana que han llegado tras de mí y les regala una figurilla a cada una hecha allí en el momento. Espectacular. Como no se entiende con las americanas le hago de traductor y me regala otra figura a mí. La condición: hacer 4 fotos de la figurilla junto monumentos famosos de nuestra tierra y enviárselos para que el pueda hacer un blog con todas las fotos y las personas que le han ayudado.

Después de acomodarme en mi litera me he dado una buena ducha. Al salir me he encontrado con unos malagueños que me había cruzado antes en el camino. Charlamos un rato mientras se registran y luego se van para el cuarto. Yo aprovecho para escribir estas notas en la plagueta. Sigo sin encontrar las hojas del rutómetro, pero como hay gente que ya duerme en el cuarto no quiero hacer mucho ruido. Al final decido irme en busca de una farmacia.

Ya he cenado. He estado en una farmacia y me han dado paracetamol y angileptol. Tragar me cuesta un montón. Vaya día y vaya bajón que llevo. Mañana veremos cómo me levanto. Pero ahora me voy la cama porque tengo temblores y frio.

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